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Acerca de
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Es posible leer el Ajab de Cisnero como un relato épico fragmentario. El poema inicial funciona como proemio en el que se fija un posicionamiento político al establecer “entre pagar y ser pagado existe/ la diferencia del mundo (…)”, y luego claramente ético: “la vida (…) de un hombre”. El poema final retoma la voz dirigida desde el proemio al lector, es decir, al Otro, y en esta forma reafirma el posicionamiento ético-político, así como en lo dicho acto seguido por un capitán: “me digo dos veces/ su obediente servidor”.
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